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08-02-2018
Deshielo en los aviones, ¿para qué?
La importancia de los protocolos.
En el aeropuerto, durante los meses de invierno, es muy habitual ver a operarios con grúas o camiones rociando nuestro avión con un líquido a presión. Muchas personas creen que se trata de un simple lavado e incluso pueden llegar a molestarse si este “lavado” provoca unos minutos de retraso en la salida de su vuelo. En verdad, los operarios están realizando lo que se le conoce como deshielo o deicing, es decir, están eliminando de la aeronave el hielo, escarcha y/o nieve que se ha podido acumular durante la parada. A este proceso se le conoce como Descontaminación. El deshielo o de-icing es un procedimiento que suministra protección contra la formación de escarcha, hielo o la acumulación de nieve en las superficies tratadas de la aeronave por un periodo limitado de tiempo, por eso, debe realizarse minutos antes del despegue.
Cuando cualquier superficie crítica de la aeronave está contaminada con hielo, escarcha o nieve como norma de Seguridad Aérea, el despegue queda totalmente prohibido.
¿Por qué?
Los aviones generan sustentación cuando el aire fluye sobre la superficie contorneada del ala. La acumulación de hielo en la parte superior de las alas provoca que la aerodinámica del perfil alar se vea modificada. Por esta razón es tan importante una inspección pre vuelo que incluyen exámenes táctiles (a veces realizada por el propio Capitán) junto con el uso de las técnicas de deshielo. Así los aviones pueden volar de forma segura, incluso en las condiciones climáticas adversas del invierno.
Cuando volamos a gran altura la temperatura exterior puede llegar a más de -40°C. Es por ello por lo que los fabricantes instalan en los perfiles alares mecanismos que calientan estas superficies evitando la formación de hielo a grandes altitudes.
Procedimiento de deshielo
Muy habitualmente el deshielo se realiza en una zona remota del aeropuerto, pero también puede ser vista en la puerta de embarque, lo que supone un ahorro en tiempo y combustible.
Durante el proceso de deshielo, los pilotos configuran la aeronave poniendo las superficies hipersustentadoras (flaps) abajo y desactivan temporalmente el sistema de ventilación del avión para evitar la filtración de olores en la cabina.
Desde el radomo (nariz del avión) hasta el empenaje, la operación puede durar de cinco a diez minutos en completarse dependiendo del tamaño del avión.
Vídeo: deshielo en avión de Lufthansa
Foto de portada: Malpensa Spotters Group